el contador de historias

la vaca echada en la vía No sé si te ha pasado, pero imagínate que vas relajado por la carretera, con la esperanza de llegar rápido al ansiado destino el calor es acuciante, tanto que no puedes retirar de tu cabeza la imagen de esa cerveza que destaparas apenas hayas llegado pero de pronto te encuentras una vaca echada en medio de la vía. Te toca entonces detenerte repentinamente y pitarle al paciente rumiante que mira algún lugar como si el tiempo simplemente se hubiera congelado. La cerveza que ansias tomar se quedará más de lo que pensabas en la nevera.  Digamos que entendemos que así es la vida de las vacas pues si eres vaca tu rutina no tiene pierde: solo comes, rumias, de vez en cuando te reproduces y religiosamente todas las mañana pagas tu impuesto en leche mientras esperas que llegue la hora de que te conviertan en bistec. pero seamos sinceros, el afán de la vaca no es el tuyo. Seguro en este momento tendrás un profundo desespero al ver como tu tiempo se pierde ante la in