ELOGIO A LA PEREZA
En medio del culto generalizado al trabajo es difícil creer que la civilización es movida no por el trabajo sino por la pereza. Después de tantos discursos institucionales sobre alárgate unos quince, vamos es por la empresa, colócate la camiseta, si es de esta forma no conseguirás nada, pero ya que lo hiciste quince porque no una hora?, Ya que trabajaste el sábado hasta tarde porque no también el domingo? Sin embrago la sociedad tiende, como la naturaleza, a seguir la ley del menor esfuerzo. Pero aquí seguro nos estaremos preguntando: no son entonces los maravillosos logros de la civilización los frutos dorados del esfuerzo humano, regados con su sudor y madurados en la canasta de nuestro tiempo invertido? Sin embargo quien no fue sino un perezoso quien invento la rueda por ejemplo? Nada raro que aquel prodigio de la modorra estuviera algún día soleado en las tierras del medio oriente completamente vencido por el sueño y con las piernas entumecidas por el pesado fardo