VOLVER HACIA ATRAS
Es algo que ocurre cuando has vivido suficientes años. No puedes evitar detenerte y mirar hacia atrás, rebobinar el rollo de la película a veces serie b de bajo presupuesto, a veces melodramática, a veces magistral. Y seguramente rehacerla, añorar los pequeños detalles, los lejanos olores de la cocina de la abuela, los atardeceres eternos llenos en un principio de risas, más tarde de pasión y después de nostalgias por lo que fue y por lo que pudo ser. Así como en El Aleph, el cuento del mismo nombre escrito por Jorge Luis Borges. En dicho, El Aleph era un punto desde donde podías ver el pasado, el presente y el futuro. Aunque dicha palabra es de origen persa, paso el mar egeo hacia Grecia donde se convirtió en la primera letra del alfabeto y la misma que simboliza el infinito, la letra alfa. El infinito es de cierta forma el punto en el que te paras y desde ese inicio puedes ver el final. Es atemporal. Como dato curioso, también representa el dinero y la prosperidad al