EL PROPOSITO
Recuerdo que un día mientras veía en History Channel (Antes
de que se llenara de aliens y antigüedades) un documental sobre la batalla de
las termopilas que, logre notar algo que fue bastante revelador para mí en ese entonces.
El hecho es que descubrí que en
dicha batalla se selló el predominio de occidente sobre oriente. Me sorprendió
porque consideraba en ese entonces que había leído ya bastante (nunca es suficiente, vaya
ignorancia) sobre esa batalla en particular y claro que sabía del importante papel que había cumplido durante
las llamadas guerras médicas además de los antecedentes y consecuencias de
dicho evento pero algo había pasado desapercibido para mí. El punto de inflexión donde occidente comenzó
a prevalecer sobre oriente…para nada una bicoca
Desde el punto de vista occidental se solía, a veces,
ridiculizar a los persas y verlos como simples tiranos…nada es más alejado de
la realidad. Sin embargo el caso es que sí
eran dos modelos de ver el mundo opuestos entre sí los que se pusieron en
conflicto. Uno el modelo más centrado en la autoridad tiránica emanada del
orden cósmico como el oriental donde
siempre se ha tenido una veneración
hacia la institucionalidad representada en un líder, el estado o la tradición. En ese momento de la historia
este modelo era representado por imperio persa que unificaba todo el medio
oriente e incluso partes de la india y Asia central, bajo la egida del
emperador que representaba el poder e incluso, la encarnación de dios mismo. Esto era normal en la
civilización oriental ya que su origen tiene que ver con el nacimiento de las civilizaciones
agrícolas hidráulicas que desde su origen tuvieron que organizarse para
defender sus cosechas de los pastores nómadas además de construir las
infraestructuras hidráulicas y civiles que lo permitieron. Así que el estado
monolítico basado en un sistema de autoridad en estas primeras grandes
civilizaciones fue completamente necesario y más precisamente un estado fuerte
y decidido.
Los griegos, por otra parte, representaban el mundo de los
individuos, donde primaba la libertad como valor primordial. Contrario a los
persas eran un pueblo predominantemente marinero y comerciante que habitaba bellas
islas pero no necesariamente muy codiciadas por su riqueza, ya que aparte de
bellas eran y son literalmente lo que llamamos un peladero. Seguramente, el turismo
como fuente de ingreso tardaría algunos siglos en aparecer. Excepto algo de
vino y posiblemente algo de trigo, aceite de oliva y cabras no se veía una gran
cantidad de recursos.
Retornando a nuestra historia, se encuentran en un punto de
la nada un ejército griego exiguo (pero bien preparado) y la más poderosa
armada del estado más poderoso que jamás había existido hasta entonces. Se
enfrentaban un grupo de individuos contra el gran estado y la veneración al
poder en cabeza del emperador. No entraré en los detalles de la batalla ya que
son ampliamente conocidos gracias a la cantidad de veces que se ha relatado en
el cine, libros y demás y aunque es una linda historia con narraciones bastante
motivante, resultaría algo así como llover sobre mojado.
Ahora bien, los individuos fueron derrotados como seguro
muchos saben pero vendieron cara su derrota y crearon un precedente que al
final los llevaría a la victoria sobre su poderoso enemigo y mucho más tarde
aun, el grupo de individuos terminaría subyugando al gran imperio en tiempos de
Alejandro. Desde entonces (excepto en el lapso de ascenso del islam) occidente
prevaleció sobre oriente siempre. Se impuso la sociedad de individuos sobre el
estado megalítico.
Retomemos entonces lo que hablamos antes sobre los estados
fuertes y autocráticos. Estos tienen algunas clara ventajas sobre los estados
donde pesan más los individuos o democráticos. La acción es rápida y no depende
del acuerdo doloroso y lento de conseguir en las segundas y que incluso a veces
nunca se consigue, quedando todo sumido en un prolongado caos, el poderoso leviatán
que lo aplasta todo diría Hobbes. Entonces porque el modelo democrático logro
establecerse y ser tan exitoso hasta el día de hoy?. aquí es donde Las historias confluyen: el
modelo fuerte y piramidal generalmente vencerá a los individuos a menos que
estos tengan un motivo, un motor que los dinamice. Ese motivo o motor es el propósito.
El propósito es una
meta trazada, que se espera cumplir a cualquier costo. El propósito es el que
potencia a los individuos a alcanzar los más altos logros. Cuando además el
propósito es común, potenciara no solo a los ínvidos sino a toda la sociedad
representando conquistas importantes.
El individuo pone entonces, toda su fuerza y energía en pos de conseguir sus anhelos y
cuando es compartido multiplica la fuerza de la sociedad que se mueve en pos
del suyo. Se puede decir entonces que un hombre libre vale por tres siervos.
Personalmente admiro la capacidad creadora del individuo, independiente y
soberano de su propia existencia, que es dueño de su tiempo,tanto de su dolor
como de su alegría.
Sin embargo podemos ver como eventualmente esas sociedades
de individuos los choques eran frecuentes y terminaban - y aun terminan- en
épocas de caos, muerte y destrucción. Eran y son a veces vacilantes mientras
las sociedades con modelos de liderazgo más fuertes son rápidas decididas y si
se quiere, lineales en sus reacciones ante la adversidad. Tanto en el pasado como en el presente las
sociedades democráticas en momentos de crisis y caos, recurrieron a la renuncia
de sus libertades en pos de un dictador, sátrapa, tirano u otro que ejerciera
el poder y tras este ejercicio imponga el orden. La renuncia a la libertad en
pos del orden, valga decirlo de forma temporal.
Y es que aquí es donde llegamos a una encrucijada entre
libertad con todo lo que ello implica - la creatividad, toda la energía del ser humano puesta al
servicio de sus deseos- u orden -representada en acción rápida ante la
adversidad, estabilidad-. En occidente optamos por la vertiginosa e inestable
libertad, a la preponderancia del individuo. Sin embargo ¿cómo se logró evadir
el potencial caos generado por la constante puja entre los diferentes intereses
de cada individuo en una sociedad libre? La palabra es PROPÓSITO.
Luego de la caída del imperio romano Europa quedo en manos
del autoritarismo de la iglesia y los líderes tribales que posteriormente se
convertirían en la nobleza y que al final llevarían a la conformación de los
actuales estados europeos. Tras varios intentos de restaurar al individuo en
occidente esto se concretó finalmente (al menos parcialmente) en el
renacimiento, donde además de los movimientos artísticos, científicos y políticos, ocurrió la reforma luterana que le
devolvió, al menos, a los individuos la potestad de la interpretación religiosa
con todo lo que ello implicaba.
Todo esto fue llevando hacia el siglo de la razón, en la
cual la ciencia cuestiono cada vez más las ideas de la antigua escolástica y
apareció (o mejor dicho reapareció) la idea de un ser humano sujeto de derechos inherentes solamente a su
naturaleza humana. Pero más allá de ello se habló también de deberes y ellos
hablan de la renuncia parcial que los individuos tienen que hacer de su propia
libertad en pos del orden que era el propósito último. Es vital para esta nueva
sociedad el balance de derechos y deberes.
En este marco entonces aparece el estado liberal moderno
como una recreación de la democracia ateniense si bien Ya se venían exponiendo tímidamente
las ideas liberales y se había pensado un nuevo individuo igualmente libre, por
primera vez con derechos plenos. Pero ¿como no volver a caer en el caos
nuevamente? Se creó entonces el sistema de controles y contrapesos que hizo que
se impusiera el orden así como otras instituciones también encargadas de
mantener este, muchas veces limitando también las libertades individuales. Es aquí donde llegamos a otra pregunta: porque la
gente renunciaba a parte de su libertad en pos de ese sistema?. nuevamente La
palabra es el PROPOSITO, entendido este como un objetivo o sueño común, una luz
que brilla para todos y que todos al unísono siguen sin renunciar al menos
completamente a su libertad. Así el derecho significaba igualmente deber.
El estado liberal moderno (además también el primero) por
antonomasia son Los Estados Unidos de Norte America, que en ese entonces eran
trece colonias que decidieron conformarse como unidad, donde cada una de ellas
no renuncio nunca a su peculiar forma de manejarse. Pero se unió a las otras
doce en pro de un propósito que está establecido en su constitución (unun et
pluribus), como expresión de lo que los hace actuar como nación sin sacrificar la
visión peculiar de cada una y mucho menos la del ciudadano. Muchos años después
Los Estados Unidos De Norteamérica se alzó como el estado más poderoso que
jamás haya existido independientemente de lo que uno pueda o no apreciarlo. Si
algo queda claro es que su propósito como sociedad siempre fue trazado y ese es
el éxito de esa sociedad: la fuerza de la libertad del individuo unida al orden
que da un propósito común. Este no es el único caso: si uno revisa con detalle
mirara que ese mismo patrón se ve repetidamente en muchas sociedades exitosas, si
bien el propósito no es el mismo para cada de ellas.
Se puede decir que entonces, como ya habíamos dicho, que una
organización de individuos sin propósito siempre será derrotada por un estado
autoritario, pero los individuos con un propósito siempre terminaran venciendo a
este. El propósito es realmente poderoso como idea y Por ello debemos encontrar
nuestro propósito como grupo, ya sea deportivo social o político (ciudad,
región, nación) y que puedan así convivir la libertad con el orden ya que la única
forma en que estas dos expresiones pueden convivir es el consenso.
Mientras escribía esto recordé que el escudo de Colombia (mi
país) tiene como lema las dos palabras que están en su escudo: libertad y orden,
dos palabras que como vimos a veces son contradictorias cuando no existe un
propósito común. Paradójicamente creo
que muestro propósito ha sido vago durante toda su historia y creo que por ello
siempre han chocado los anhelos de obtener ambos. Álvaro Gómez alguna vez dijo
que deberíamos llegar a un acuerdo sobre lo fundamental pero nunca fue capaz de
decir que era lo fundamental. Lo fundamental es el propósito, pero esto último
es algo que tenemos, aun hoy, que encontrar.
Llegando a este punto concluimos que debemos apostar por el
propósito. Cuando las cosas como grupo, sociedad o incluso a nivel personal, no
van por buen camino se debe hacer un alto y trazar el rumbo en torno a un
propósito y desde ese punto reiniciar la marcha hacia ese nuevo norte, evitando
así navegar a la deriva en el mar del caos.
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